Refranes populares venezolanos - Refranes y dichos populares en español

Estos son algunos de los mejores refranes populares venezolanos.

A caballo regalado, no se le mira colmillo.
A cada cochino, le llega su sábado.
A cada pajarillo parécele bien su nido.
A Dios rogando y con el mazo dando.
A palabras necias, oídos sordos.
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Agua pasada no mueve molino.
A la ocasión la pintan calva.
Águila no caza moscas.
A lo hecho, pecho.
A perro macho lo capan una sola vez.
A buen entendedor, pocas palabras.
A ponerse las alpargatas que lo que viene es joropo.
Agua que no has de beber, déjala correr.
A palabras necias, oídos sordos.
Al mal tiempo, buena cara.
Al mejor cazador se le va la liebre.
A grandes males, grandes remedios.
A santos viejos no se les prenden velas.
A la mejor cocinera se le queman los frijoles.
A quien le picó Macagua, bejuco le para el pelo.
A quien madruga Dios lo ayuda.
A buen hambre no hay pan duro/mal pan.
Agua que no has de beber, déjala correr.
A rey muerto, rey puesto.
Alpargata no es zapato ni que tenga tacón.
Antes se cae un mentiroso que un cojo.
Ahora sí se monto la gata en la batea.
Al ojo por ciento.
A la hora mala no ladran canes.
Amor de lejos, felices los cuatro.
A la tierra que fueres, haz lo que vieres.
Amor de lejos, amor de pendejos.
Amor con hambre no dura.
Árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza.
Al pan, pan y al vino, vino.
Aquí se rompió una taza y cada quien para su casa.
Año nuevo, vida nueva.
A la mujer, ni todo el amor ni todo el dinero.
Báquiro que come gallina, cuando ve pluma suspira.
Burro que piensa, bota la carga.
Borracho no come dulce.
Barriga llena, corazón contento.
Burro parado, no gana flete.
Billetera mata galán.
Cachicamo diciéndole a morrocoy conchúo.
Cachicamo trabaja pa’lapa.
Cada ladrón/quien juzga por su condición.
Cuando el pobre lava, llueve.
Cada pulpero alaba su queso.
Como te ven, te tratan.
Cuando hay santos nuevos, los viejos no hacen milagros.
Cada loco con su tema.
Clérigos, frailes y monos, quien ha visto uno, ha visto todos.
Cuando el gato se va los ratones hacen fiesta.
Como San Blas, ya comiste y ya te vas.
Como vaya viniendo, vamos viendo.
Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.
Centavo a centavo se enriqueció Gustavo.
Conoces al pájaro por la cagada.
Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar.
Cuando el negro pinta canas, sus años tendrá.
Chivo que se devuelve, se esnuca.
Contra el feo vicio de pedir existe la virtud de no dar.
Cuídate/líbrate del agua mansa que de la brava me cuido/libro yo.
Crea fama y acuéstate/échate a dormir.
Cuando el río suena es porque piedras trae.
Cuando salta la liebre no hay galgos cojos.
Cría cuervos y te sacaran los ojos.
Cada cabeza es un mundo.
Cuando crece la auyama, se seca la yuca.
De grano en grano se llena el buche.
Del dicho al hecho hay mucho trecho.
Donde come uno comen dos.
De gustos y sabores no han escrito los autores.
Del árbol caído todos hacen leña.
Del dicho al hecho hay mucho trecho.
De noche todos los gatos son pardos.
Donde lloran está el muerto.
Donde hubo fuego, cenizas quedan.
Del mal que uno huye, de ese muere.
Dime de qué presumes y te diré de qué careces.
Dios los cría y ellos se juntan.
Donde manda capitán, no manda marinero.
De mosquito p’arriba todo es cacería.
De tal árbol, tal astilla.
Del plato a la boca se cae la sopa.
De fuera vendrá, quien de tu casa te echará.
Dime con quién andas y te diré quién eres.
Después de la tempestad, viene la calma.
Entre gustos y colores, no hay escritos los autores.
En el hospital y en la cárcel se conocen los amigos.
El ladrón juzga que todos son de su condición.
El buen hijo vuelve a casa y cuenta lo que le pasa.
El que espera desespera.
El caballo que es rotón, y el jinete que le hace daño.
En el camino se enderezan las cargas.
El muchacho que es llorón, y la madre que lo pellizca.
El que no tiene corral, no escoge.
El hambre es la mejor salsa.
El que la hace riendo, la paga llorando.
El mundo es un pañuelo.
El que casa, casa quiere.
El pez muere por la boca.
El pez grande se come al chico.
El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
El flojo trabaja doble.
El que a redentor se mete, termina crucificado.
El que no enseña no vende.
El que adelante no ve, atrás se queda.
Entre más alto se esté, más dura es la caída.
El que con niños se acuesta, amanece mojado.
El que se pica es porque ají come.
El que escupe para arriba, le cae la saliva en la cara.
El ojo del amo engorda el caballo.
Entre broma y broma la verdad se asoma.
El que la hace la paga.
En rastrojo viejo siempre hay batatas.
El que mucho habla, poco hace.
El que no llora, no mama.
El que la hace riendo, la paga llorando.
El hábito no hace al monje.
El que llega tarde, no bebe caldo.
El que hace la ley, hace la trampa.
El que llora su mal, no lo remedia.
El que parte y comparte, se queda con la mejor parte.
El que no la debe, no la teme.
En el caminao se conoce el tumbao.
El que quiere azul celeste, que le cueste.
El vino, mientras más viejo más divino.
El que madruga, coge agua clara.
En todos lados se cuecen habas.
El que rompe viejo, paga nuevo.
El que se fue a la villa perdió su silla.
El que se casa, casa quiere.
El martes, ni te cases ni te embarques, ni de tu familia te apartes.
El que tiene rabo de paja, no se acerca a la candela.
El muerto al hoyo y el vivo al bollo.
El primer maíz es de los pericos.
El que tenga techo de vidrio, que no le tire piedras al vecino.
El que da y quita, el diablo lo visita.
El que trabaja, no come paja.
Entre broma y broma la verdad se asoma.
El tiempo de Dios es perfecto.
Es mejor un mal arreglo que un buen pleito.
El tropezón enseña a sacar el pie.
El que nace barrigón, ni que lo fajen chiquito.
El zorro que come gallinas, cuando ve el gallinero, suspira.
En casa del herrero, azadón de palo.
En tiempos de guerra, todo/cualquier hueco es trinchera.
Escoba nueva barre bien.
En jaula abierta, pájaro manso.
Entre primo y primo más me arrimo.
El que asa dos conejos, alguno deja de quemar.
El hombre promete y promete hasta que lo mete, luego de metido olvida lo prometido.
Es mucha la totuma para tan poca agua.
En tierra de ciegos, el tuerto es rey.
El hombre y el oso, entre más feo más sabroso.
El que de villa viene, su silla tiene.
El que nace para martillo del cielo le caen los clavos.
El que mucho abarca, poco aprieta.
Éramos muchos y parió la abuela.
El que persevera, alcanza.
Es bueno el cilantro, pero no tanto.
Fuñido, pero contento.
Gallo con poca pluma no canta en este gallinero.
Gallo que no repite, no es gallo.
Guerra avisada no mata soldado.
Hijo de gato, caza ratón.
Hacienda, que tu dueño te atienda; y si no, que te venda.
Haz el bien y no mires a quién.
Juego de manos es de villanos.

Más refranes populares venezolanos

Las apariencias engañan.
La cabra siempre tira al monte.
Los secretos de la olla, no los debe saber el cucharón.
Lo que nada nos cuesta, hagámoslo fiesta.
Lo que sucede es lo que conviene.
La flojera es la madre de todos los vicios.
La cruz en el pecho y el diablo en el hecho.
Las oportunidades las pintan calvas.
Ladrón que roba a ladrón, tiene cien años de perdón.
La Luna no es pan de horno.
Lo que es del cura va para la iglesia.
Llanero no se arrincona así la cosa sea seria.
Lo que es igual, no es trampa.
La mujer es fuego, el hombre estopa; viene el diablo y sopla.
La primera vez te engañan, las siguiente te engañas tú.
Loro viejo no aprende a hablar.
La experiencia es la madre de la ciencia.
La confianza da asco.
Los niños y los locos no callan verdades.
Las primeras de miel, las segundas de hiel.
La suerte de las feas las bonitas las desean.
Las cuentas claras y el chocolate espeso.
La culebra se mata por la cabeza.
La que muchos hijos parió ni gorda ni flaca se vio.
Lo que no mata, engorda.
La mejor decisión es la que se toma.
Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad.
La necesidad tiene cara de perro.
Lo qué está a la vista no necesita anteojos.
La mona, aunque se vista de seda, mona se queda.
Madre hay una sola.
Más feo que tirarle a la madre.
Mientras mi vecina tenga escoba, yo no me hago boba.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Muchas manos ponen el caldo morado.
Más vale pájaro en mano que cien volando.
Mortadela no es jamón, ni que lo rebanen finito.
Mejor prevenir que lamentar.
Matrimonio y mortaja del cielo bajan.
Mona, aunque se vista de seda, mona se queda.
Más es la bulla que la cabulla.
Morrocoy no sube palo ni que le pongan horqueta.
Muerto el perro se acaba la rabia.
Muchacho que nace barrigón, ni que lo fajen chiquito.
Mas vale llegar a tiempo que ser convidado.
Mejor andar solo que mal acompañado.
Más vale un perico asado que un pato gordo volando.
No te metas a brujo sin conocer la hierba.
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Ni lava ni presta la batea.
No arrugues si no vas a planchar.
No ha visto muerto cargando basura.
No por madrugar amanece más temprano.
No como quien va, sino como quien viene.
No te pegues, que no es bolero.
No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista.
No dejes para mañana, lo que puedes hacer hoy.
No me dijeron perro, pero me tiraron el hueso.
No le toque la oreja al perro sino lo conoce.
No deje camino por vereda.
No creo en brujas, pero de que vuelan, vuelan.
Ojos que no ven, corazón que no siente.
Ojo de garza, que gallina no ve de noche.
Poco a poco se anda lejos.
Pájaro de mar por tierra, tempestad segura o gran novedad.
Perro que come manteca, mete la lengua en tapara.
Pan para hoy, hambre para mañana.
Por la raíz se conoce el árbol.
Para cazar chirulís, hay que tener chirulís en la trampa.
Para que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo.
Peso y medida, alma perdida.
Para que lavarse los pies quien ha de dormir en el suelo.
Por el becerro se amansa la vaca.
Pueblo chiquito, infierno grande.
Preguntando se llega a Roma.
Por la maleta se conoce al pasajero.
Perro que ladra no muerde.
Por el humo se sabe dónde está el fuego.
Para muestra basta un botón.
Perfume bueno viene en frasco chiquito.
Qué culpa tiene la estaca si salta el sapo y se ensarta.
Quien a hierro mata, a hierro muere.
¡Qué bonito es ver llover y no mojarse!
Quien mal anda, mal acaba.
Qué baile harán los pájaros cuando el gavilán se muera.
Río revuelto, ganancia de pescadores.
Se sufre, pero se goza.
Si así es el infierno, ¡que me lleve el diablo!
Santo viejo no hace milagro.
Si no sabe nadar, no se meta pa’ lo hondo.
Si así es el camino, cómo será la montaña.
Si el trabajo diera plata, los burros tendrían chequera.
Si me vas a pegar, no me regañes.
Si digo que el burro es negro es porque tengo los pelos en la mano.
Solamente la cuchara sabe lo que tiene la olla.
Se juntaron el hambre y las ganas de comer.
Se dice el pecado, pero no el pecador.
Todo hueco es trinchera.
Tener arrancón de caballo y frenada de burro.
Tira la piedra y esconde la mano.
Tanta carne y yo sin dientes.
Todo el que tiene pescuezo le puede salir papera.
Tanto nadar para ahogarte en la orilla.
Una golondrina no hace verano.
Un señor y dos señores son tres señores juntos.
Un clavo saca a otro clavo.
Una cosa dice el burro y otra el que lo arrea.
Una mano lava la otra y las dos lavan la cara.
Yerba mala nunca muere.

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