Refranes populares chilenos - Refranes y dichos populares en español

Estos son algunos de los mejores refranes populares chilenos.

A falta de caballos, que troten los asnos.
A lo que no puedas, no te atrevas.
A la cama no te irás sin saber una cosa más.
A buey viejo, pasto tierno.
Antes que te cases, mira lo que haces.
Al que le duela la muela, que se la saque.
Amistades que son ciertas, mantienen las puertas abiertas.
Amor no correspondido, tiempo perdido.
A vaca vieja torito nuevo.
Aprendiz de mucho, maestro de nada.
A bicho que no conozcas, no lo pises la cola.
A borracho fino, primero agua y luego vino.
Amor que a galope nace, a galope muere.
Al gato le gusta el pescado, pero no le gusta mojarse.
Árbol que nace torcido, muere torcido.
Abierto el cajón, convidado está el ladrón.
Amor de madre, que todo lo demás es aire.
Amistad por interés no dura ni un solo mes.
A gato viejo, ratón tierno.
A cada pajarillo le gusta su nidillo.
A grandes males, grandes remedios.
A la cena y a la cama solo una vez se llama.
A la tierra que fueres, haz lo que vieres.
A la hora mala no ladran los perros.
Al que toma y no da, el diablo se lo llevará.
A beber y a tragar que el mundo se va a terminar.
Aunque la mona se vista de seda mona queda.
Amores nuevos olvidan los viejos.
Arco en el cielo, agua en el suelo.
Agua corriente sana a la gente.
Agua que no has de beber, déjala correr.
Al que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
Así como te veo, así te trato.
A río revuelto, ganancia de pescadores.
Acoge lo provechoso, y no admitas lo dañoso.
Acuérdate, nuera, de que también serás suegra.
Abriga bien el pellejo si quieres llegar a viejo.
A cada santo le llega su día.
A buen amigo, buen abrigo.
A buen entendedor pocas palabras.
A caballo regalado no se le miran los dientes.
A falta de manos, buenos son pies.
A cualquier dolor paciencia es lo mejor.
A manos frías, corazón ardiente.
A nadie le hace mal el vino si se bebe con tino.
A palabras necias oídos sordos.
A quien Dios no le dio hijos el diablo le dio sobrinos.
A quien te engañó una vez, jamás le has de creer.
A misa temprano nunca va el amo.
A rey muerto rey puesto.
A pan de quince días, hambre de tres semanas.
A quien paga adelantado, mal le sirve su criado.
Buenas acciones valen más que buenas razones.
Bien ama quien nunca olvida.
Bueno y barato no caben en un zapato.
Bueno, si breve, bueno dos veces.
Buscar la aguja en un pajar es naufragar.
Bajo una buena capa, hay un buen torero.
Buscando lo que no se encuentra, se encuentra lo que no se busca.
Canas y dientes son accidentes.
Cada uno mata a su toro.
Cuando la comida es poca, después de cada cucharada va una copa.
Como pecas, pagas.
Calentar el agua para que otro tome mate.
Cuatro ojos ven más que dos.
Caballo que vuela no necesita espuela.
Cuando afeiten a tu vecino, echa la barba en remojo.
Cada loco con su tema y cada lobo por su senda.
Cría cuervos y te sacarán los ojos.
Caballo viejo no aprende trote nuevo.
Cabra que tira al monte, no hay cabrero que la guarde.
Cuando muere el gallo, la gallina a cualquier pollo se arrima.
Cada uno sabe donde le aprieta el zapato.
Camarón que se duerme se lo lleva la corriente.
Cuando sale el gato, los ratones hacen fiesta.
Con rabia el perro, muerde a su dueño.
Chancho limpio nunca engorda.
Cambian los payasos pero el circo sigue.
Cielo empedrado, suelo mojado.
Cada cual busca su mal.
Círculo en el sol, aguacero o temblor.
Cada oveja con su pareja.
Caminito comenzado, es medio andado.
Cuando el sol mira para atrás, buen día amanecerá.
Carta echada, no puede ser retirada.
Círculo en la luna, novedad ninguna.
Casa sin moradores, nido de ratones.
Comida hecha compañía deshecha.
Con tripas vacías, no hay alegrías.
Cuando el río suena es por que piedras trae.
Cuentas claras conservan la amistad.
Cada chancho a su estaca.
Con el metro que midas, te medirán.
Cojo con miedo corre ligero.
¿De qué le sirve al cura la librería, si en visitas se lo pasa todo el día?
Del árbol caído todos hacen leña.
De dichos y refranes hacemos mil planes.
Dime con quién andas y te diré quien eres.
Desconfía del médico joven y del barbero viejo.
Después de la guerra, todos son generales.
Dios los cría y el diablo los junta.
Dime de qué presumes y te diré de qué careces.
Después de la tormenta siempre llega la calma.
Donde manda capitán no manda marinero.
Donde hubo fuego, cenizas quedan.
Después del parto siempre virgen.
Del santo me espanto, del pillo no tanto.
Dile al tonto que tiene fuerza, y el tonto más fuerza hace.
Donde la ley no distingue, no es dado al hombre distinguir.
Dale a tu marido gusto, y ahorrarás más de un susto.
Del plato a la boca se cae la sopa.
Del dicho al hecho hay mucho trecho.
De músico, poeta y loco todos tenemos un poco.
Dios le da pan al que no tiene dientes.
Del hombre bruto no sale ningún fruto.
Dos cojos nunca se miran con buenos ojos.
De médico y de loco, todos tenemos un poco.
De lo bueno poco y lleno el plato.
De dinero y de bondades, la mitad de las mitades.
Dios le da sombrero a los que no tienen cabeza.
De tal árbol, tal astilla.
De todo ha de haber en la viña de Cristo, racimos grandes y chiquititos.
Debajo de la mata florida está la culebra escondida.
Dios castiga, pero no a palos.
De noche todos los gatos son negros.
Es mejor un mal rumor que una mala noticia.
El que mucho abarca poco aprieta.
El que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija.
El que la sigue la consigue.
En la puerta del horno se quema el pan.
En casa del ladrón te roban hasta la respiración.
El que ríe último ríe mejor.
El tiempo que se va no vuelve.
El que nada hizo, nada teme.
El saber no ocupa lugar.
El que madruga, encuentra todo cerrado.
El que se va sin que lo echen regresa sin que lo inviten.
El hombre apurado se toma el té con el tenedor.
El dolor del viudo es corto pero agudo.
El amor entra con cantos y sale con llantos.
Escoba nueva siempre barre bien.
El dinero no es santo pero hace milagros.
El que al mundo vino y no toma vino ¿a qué mierda vino?
El que se casa, por todo pasa.
Enfermo que come no muere.
El rico entre más gana, más se afana.
En tiempos de guerra cualquier hoyo es trinchera.
En el rico es alegría y en el pobre borrachera.
El diablo protege a los suyos.
El rico entiende a razones y el pobre a coscorrones.
El que no llora no mama.
En boca de mentiroso lo cierto se hace dudoso.
El pez grande se come al chico.
Entre bueyes no hay cornadas.
En la cancha se ven los gallos.
El hábito no hace al monje.
El que se fue a Tocopilla, perdió su silla.
El que quiere celeste, que le cueste.
El que se enoja, dos trabajos tiene.
El perro viejo cuando ladra da consejos.
En boca cerrada no entran moscas.
El que parte y reparte toca la mejor parte.
El que sus yerros confiesa, a enmendarse empieza.
Es un gran desatino querer parar de repente el molino.
En la casa que hay un viejo, no faltará un buen consejo.
El perfume bueno viene en frasco chico.
El que su boca no enfrena, tarde o temprano sufrirá la pena.
Economía es riqueza, dicen los cobres de a dos.
El buen patrón hace al buen peón.
En llanto de mujer no hay que creer.
El casado casa quiere.
Enfermo que come y caga no tiene nada.
El fin justifica los medios.
En la tardanza está el peligro.
El que la hace, la paga.
En la boca del discreto lo más público es secreto.
El gato y el ratón nunca son de la misma opinión.
En gusto y en espanto, cada uno se acuerda de su santo.
El que guarda siempre tiene.
El buey manso da la patada más fuerte.
En teniendo la caja llena, el apellido suena.
El que necesita te visita.
Entre dos amigos un notario y dos testigos.
El hijo de la gata, ratones mata.
En pleitos de casados no hay que meterse.
Es de bien nacido ser agradecido.
En lo ajeno cae la desgracia.
En el mejor paño cae la mancha.
Entre marido y mujer nadie se tiene que meter.
El diablo no es tan diablo por lo diablo, sino por lo viejo.
Entre dos muelas cordales nunca pongas tus pulgares.
El hombre por la palabra y el buey por el asta.
Entre Díaz y Vargas a parejas van las cargas.
El que con lo bueno se regodea, lo malo al fin desea.
El interés rompe el saco.
El hombre y el puerco, después de muerto.
El más amigo la pega.
El pobre que no sabe ser pobre es pobre dos veces.
El que espera, desespera.
El que habla con ira, convierte la verdad en mentira.
El que come frío mal sabe abrigar su estómago.
El que en penitencia muere, condenarse quiere.
El macho viejo tira al aparejo.
El pobre mata peleando, el rico roncando.
Entre santo y santa, pared de calicanto.
El rico no sabe lo que tiene.
El que quiera estar a las maduras, tiene que estar a las duras.
En casa del herrero, cuchillo mangorrero.
El que nace chicharra, muere cantando.
En apretura no hay cosa segura.
El que se mete a redentor, sale crucificado.
En casa del jabonero el que no cae, resbala.
El que los altos honores busca, pronto se ofusca.
En demasiada altura no hay planta segura.
El que sabe aconsejar, sabe querer.
El que llega sano a su destino, se ríe de los porrazos del camino.
El que mejor sabe hablar es el que sabe callar.
El que no tiene más, con su mujer se acuesta.
El que quiera vivir sano, con la ropa del invierno se ha de tapar el verano.
El que pregunta lo que no le va ni le viene, oye lo que no le conviene.
El perro propio cuida mejor la casa que el ajeno.
El marido en casa es como la pulga en el oído.
El que a otro culpa, mal se disculpa.
El que da a Dios uno, Dios le devuelve ciento uno.
El mal camino andarlo luego.
El que en malos pasos anda, tarde o temprano resbala.
El lobo muda el pelo, pero no el pellejo.
Entre sastres no se pagan hechuras.
Es mejor callar que con tontos hablar.
Faena apurada, acabada pronto, pero mal acabada.
Flores pintadas no huelen a nada.
Grano no hace granero, pero ayuda al compañero.
Gato maullador nunca buen cazador.
Gallina que cacarea, es porque puso huevo.
Gato enguantado no caza laucha.

Más refranes populares chilenos

Hombre prevenido, menos combatido/vale por dos.
Herradura que cascabelea, clavo le falta.
Hombre con poncho y mujer con rebozo no sirven para nada.
Hablar hasta por los codos, aburres a todos.
Hombre cobarde se casa mal y tarde.
Haz el bien sin mirar a quien.
Los refranes de los viejitos son evangelios chiquitos.
Lo que no mata engorda.
La culpa no es del chancho, sino de quien le da el afrecho.
La risa rejuvenece el espíritu.
La manzana nunca cae lejos del árbol.
La risa abunda en la boca de los tontos.
La dicha de la fea la hermosa la desea.
La paciencia es la madre de todas las virtudes.
Los hijos de mis hijas mis nietos son; los hijos de mis hijos solo lo sabe Dios.
La necesidad tiene cara de hereje.
Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad.
Las aguas mansas son las peores.
La mujer y la cabra, soga larga.
La gallina negra pone huevos blancos.
La harina del diablo se vuelve afrecho.
Las penas de amor las quita el licor.
La mejor haba se la come el burro.
La que sola se ríe, de sus maldades se acuerda.
Las experiencias son los errores cometidos en la vida.
Las razones de un pobre son como campanas de palo.
La noticia mala llega volando, y la buena cojeando.
La prudencia es madre de la seguridad.
Los malos pasos dan buenos porrazos.
La práctica hace al maestro.
Lo que con tus padres hicieres en tus hijos esperes.
Los males del corazón a la cara salen.
Lo que entre dientes se dice, entre dientes se queda.
Lo que abunda no daña.
La vida es un tango y hay que saber bailarla.
La ocasión hace al ladrón.
Lo que el rico bota, el pobre lo recoge.
Las gallinas de arriba cagan a las de abajo.
Lo que en la leche se mama, en la mortaja se derrama.
La verdad está siempre en el fondo del vaso.
Los dineros del sacristán, cantando se vienen y cantando se van.
Lo que se hereda no se hurta.
Más vale pájaro en la mano que cien volando.
Muchos pilotos pierden la nave.
Mal de muchos, consuelo de tontos.
Más vale ser flojo que no respondón.
Más vale estar solo que mal acompañado.
Más vale un rato colorado, que cien verdes.
Más sabe el diablo por viejo que por diablo.
Mucho ayuda quien no molesta.
No todo lo que brilla es oro.
Ni en chanzas, ni en veras, con tu mano partas peras.
No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague.
No es señor quien señor nace, sino quien señor lo sabe ser.
No hay peor sordo que el que no quiere oír.
No hay cruz pesada siendo bien llevada.
No hay mejor condimento que el hambre.
No hay mayor loca que la boca.
No hay mal que por bien no venga.
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
No hay muerto malo.
No con quien naces, sino con quien paces.
No hay peor enemigo que el del mismo oficio.
No le pidas peras al olmo.
No hay plazo que no se cumpla, ni amor que no tenga fin.
No muerdas la mano que te da de comer.
Nadie sabe para quién trabaja.
No hay mal que dure cien años ni hombre que lo aguante.
No hay que desechar lo viejo por lo mozo, ni lo cierto por lo dudoso.
No por mucho madrugar amanece más temprano.
No hay que nombrar la soga en casa del ahorcado.
No hay peor ciego que el que no quiere ver.
No mezcles peras con manzanas.
No me venda usted loros por catas, porque los conozco en las patas.
No deben casarse los que no tienen con qué abrigarse.
Norte claro, sur oscuro, aguacero seguro.
No se puede tapar el cielo con la mano.
No hay que vender la leche antes de comprar la vaca.
No sufras por calenturas ajenas.
Ojos que no ven corazón que no siente.
Ocasión que se pasó, pájaro que voló.
Por la boca muere el pez.
Perro que ladra no muerde.
Para mentir y comer pescado hay que tener mucho cuidado.
Pierna doblada, pronto cansada.
Pájaro que en viernes canta, el domingo lo despluman.
Pan con pan, comida de tontos.
Para la boca el heno, y para la lengua el freno.
Primero son mis dientes que mis parientes.
Por defender lo suyo, hasta los mudos hablan.
Para marido, ni muy bonito que encante, ni muy feo que espante.
Para quien es mi padre, buena está mi madre.
Por la hebra se saca el ovillo.
Por el tronco se sube a las ramas.
Pueblo chico, infierno grande.
Para una madre no hay hijo feo.
Puta la madre, puta la hija, y puta la manta que las cobija.
Persona bien criada, la mano medida y sosegada.
Quien de joven come sardinas de viejo caga las espinas.
Quien a sus padres venera, el cielo le remunera.
Quien calla, otorga.
Quien da y quita, le sale una jorobita.
Quien al cielo escupe en su cara repercute.
Quien no se arriesga, no cruza el río.
Quien a feo ama, bonito le parece.
Quien mucho abarca, poco aprieta.
Quien tiene tejado de vidrio, no tire piedras al de su vecino.
Quien anda en la miel, algo se le pega.
Quien busca halla, aunque sea una canalla.
Quien a hierro mata a hierro muere.
Quien tiene tienda que la atienda, o si no que la venda.
Refrán viejo nunca miente.
Reme el que sabe remar, y haga coro el que sabe rezar.
Rabijunco en tierra, tormenta en el mar.
Remienda tu paño, y te durará un año.
Siempre el hilo se corta por lo más delgado.
Secretos de dos no son de Dios.
Si quieres que el ciego cante, la gallina por delante.
Sobre el chocolate y el huevo, agua luego.
Suegra, ni aun de azúcar es buena.
Sabidurías y engaños aumentan con los años.
Satisfacción no pedida, acusación manifiesta.
Si quieres que te vengan a ver ten la casa sin barrer.
Si el ocio te causa tedio el trabajo es buen remedio.
Si bien canta el abad, no le va en zaga el sacristán.
Solo los angelitos cantan gratis.
Siempre hay un roto para un descosido.
Si como pinta, quinta; si como quinta, octava: como principia acaba.
Sobre gustos y colores no han escrito los autores.
Sobre todo, leche; sobre leche nada.
Si quieres vivir sano, haz tu cama temprano.
Suegra, nuera, perro y gato nunca comen en un mismo plato.
Soldado que huye sirve para otra guerra.
Si el mar fuera vino todo el mundo sería marino.
Siembra perejil en mayo y tendrás para todo el año.
Si no cruzas el río no sabrás que hay al otro lado.
Se cuenta el milagro pero no el santo.
Si tu mujer es bonita recibe pocas visitas.
Salta el bostezo de boca en boca, como la cabra de roca en roca.
Si miras mucho atrás, a ninguna parte llegarás.
Si quieres ver a tu marido gordito, después de la sopa dale un traguito.
Todos los mejores dulces llevan su pizca de sal.
Todos los caminos conducen a Roma.
Tras la tempestad viene la calma.
Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe.
Ten tu arca bien cerrada, y la llave bien guardada.
Tierra verás, y aprenderás.
Todo rancho viejo tiene que tener goteras.
Tras de cuernos, palos.
Tabaco, vino y mujer, echan al hombre a perder.
Todo es del color del cristal con que se mira.
Todo cojo le echa la culpa al empedrado.
Todos los nudos salen al peine.
Una mano lava a la otra y las dos lavan la cara.
Un feo no puede ver a otro feo.
Una golondrina no hace verano.
Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
Un clavo saca a otro clavo.
Uno planta la higuera, y otro se come las brevas.
Un buen gallo en cualquier gallinero canta.
Un diablo se parece a otro diablo.
Un amigo vale cien parientes.
Un chancho embarrado quiere embarrar a otro.
Un padre alimenta a diez hijos, pero diez hijos no logran alimentar a un padre.
Ver para creer y para no errar tocar.
Vieja verde y caprichosa ni fue buena madre ni buena esposa.
Zapato roto o sano, más vale en el pie que en la mano.

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